Discursos de la Marcha de Antorchas del 26 de Julio de 2010

H.Moyano:
Compañeras y compañeros, yo no creo que en el mundo, que haya pasado por este mundo alguien tan venerado, tan amado y tan respetado como Eva Perón, porque cada año que pasa, fundamentalmente los humildes, los trabajadores, fortalecen el cariño y el amor por esa mujer. Hoy hablaba con un periodista amigo, Horacio Embón, y me decía qué le transmitimos a la Juventud Evita, y yo le decía, es muy sencillo, las experiencias que uno ha pasado para que la juventud interprete y entienda por qué ese amor y ese cariño a nuestra Eva Perón. Yo fui uno de “los privilegiados” de los “únicos privilegiados”, del 46 al 55, y lo digo con mucho orgullo que el primer juguete que recibí, lo recibí de Eva Perón. Y yo recuerdo que con mis tres hermanas los primeros días de enero, esperábamos al cartero para que nos traiga la orden de retirar los juguetes, y yo recuerdo también, que la primera vez que probamos un pan dulce, y mi viejo una sidra, fueron justamente en esos años donde los únicos privilegiados eran los niños, y por qué pasaba eso, por qué Evita hacía eso, porque tenía un amor inconmensurable con el Pueblo, tenía un amor tan grande por el Pueblo y por Perón, que entendió la causa justicialista a la perfección y fue el nervio motor para llevar adelante las transformaciones sociales que hubo en esa década. Y esa era nuestra Evita, una mujer que dio todo por los humildes, que dio todo por los trabajadores que dio todo por los descamisados, por los cabecitas negras, lo dio todo. Siendo la primera dama, podía haber disfrutado lo que significaba en ese momento ser la primera dama, pero prefirió volcarse a trabajar para el Pueblo y dar su salud, dar su juventud, dar su belleza, y dar lo más preciado del ser humano, dar la vida por los pobres y por los humildes compañeros, esa era nuestra Evita. Cómo no la vamos a entender, cómo las generaciones jóvenes no van a entender esa vida de amor y cariño que dedicó a los humildes, a los trabajadores, cómo los trabajadores vamos a olvidar que por decisión voluntaria en vida quiso que su cuerpo esté depositado en la Confederación General del Trabajo, cómo nos vamos a olvidar de eso. Y les decimos a aquellos que por temor al cadáver de Eva Perón se la llevaron, y hoy gracias a Dios la tenemos nuevamente en nuestra Patria, les decimos que se llevaron el cadáver, pero no se pudieron llevar la doctrina que nos dejó Eva Perón a través de la interpretación que hizo del genio que fue el General Perón, no se llevaron la actitud de lucha que tuvo Evita. Por eso la CGT ha luchado permanentemente y lo va a seguir haciendo en defensa de los intereses de los más humildes y de los trabajadores.

Y cuando decía, compañeros, que Evita a muchos de nosotros nos había permitido tener un juguete, comer un pan dulce, qué nos estaba enseñando Evita, nos estaba enseñando que teníamos que tener conciencia de lo que le corresponde, de los derechos que tienen los trabajadores, y como decía Emilio, ese pan dulce, esa sidra, ese juguete se ve reflejado hoy en la Asignación Universal por Hijo, a cada hijo de trabajador, tenga o no tenga trabajo, compañeros. Esa es la conciencia que nos sembró Evita, por eso compañeros, tenemos que entender fundamentalmente los jóvenes tienen que entender, que cada mensaje, cada expresión de Perón y Eva Perón, era un mensaje permanente para nuestra sociedad. Y yo recuerdo cuando Evita decía “en cada trabajador está la Patria”, y era cierto, en cada trabajador está la Patria, compañeros. Y yo le agrego, quienes les quitan derechos a los trabajadores, quienes les quitan conquistas a los trabajadores están traicionando la Patria, compañeros, por eso en la década del 90 se traicionó a la Patria.

Yo no voy a ser muy extenso porque todos esperamos la palabra del Presidente del Justicialismo, compañero Néstor Kirchner, pero voy a leer un fragmento, que ya lo hice en otra oportunidad, siendo el 1º de mayo: “1º de mayo 1951, decía así, yo no tengo elocuencia pero tengo corazón, un corazón peronista y descamisado que sufrió desde abajo, con el Pueblo y que no olvidará jamás, por más alto que llegue. No tengo elocuencia, pero no se necesita para decirle a Perón que los trabajadores, que la CGT, que las mujeres y los niños de la Patria no olvidarán jamás porque nos hizo felices, porque nos hizo dignos, porque nos infundó el ardor de la esperanza, del amor y de la vida. Felicito fervorosamente a la CGT por esta lealtad inquebrantable por Perón y si a mí me dieran a elegir entre todas las cosas de la tierra yo elegiría la gracia infinita de morir por ustedes” esa era Eva Perón, esa era nuestra Evita. Gracias compañeros, gracias a todos.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-172939-2011-07-24.html